Respetable Logia de Investigación “Juan O’Donojú” No. 5

 

Rito que Práctica: Rito Emulación
Días: 3er Viernes de cada mes.
Contacto: __________

Esta logia está dedicada a la investigación masónica. Fue fundada en el año de 2011.

Juan O’Donojú (1762-1821) fue un masón español. “Virrey” -que realmente nunca lo fue con ese título sino Capitán General-, de la Nueva España, sí, pero también la persona directamente responsable de la Independencia de México como signatario e impulsor de los Tratados de Córdoba y el Acta de Independencia del Imperio Mexicano. De ascendencia irlandesa, nacido en Sevilla, Juan O’Donojú fue militar desde los 20 años y siempre se distinguió por ser uno de los hombres fuertes del liberalismo, tanto luchando contra las tropas de ocupación francesa en España, como durante las luchas liberales contra el autoritarismo de Fernando VII.

Tanto fue así que, por sus ideales liberales y por el alto cargo que ocupó en la masonería de principios del siglo XIX (adelantada a su tiempo y que trabajó por la independencia de las colonias y la libertad) se pasó cuatro años preso en el castillo de San Carlos, en la isla de Mallorca. Por ser liberal y masón fue torturado terriblemente. Sin que sea aún una afirmación histórica, una vez que salió de la cárcel participó en al menos otros dos levantamientos militares contra Fernando VIII, el último de ellos una rebelión estrictamente masónica, la conocida como “rebelión de los tres puntos”.

Sin embargo, O’Donojú, valiente y consciente de su papel en la historia, hizo la gran diferencia en la Independencia de este país. Recién llegado a Veracruz como Capitán General dio una proclama dirigida al pueblo de la Nueva España, en la que manifestaba sus principios liberales que había adquirido en las logias masónicas y en la efervescencia política de la península. Su llegada a Veracruz fue celebrada por todos los masones de México.

Juan O’Donojú fue el último responsable de la libertad de México, tras la entrevista con Iturbide y la firma de los Tratados de Córdoba. En última instancia, fue la persona que ordenó la retirada de las tropas españolas de la capital mexicana. Su nombre aparece en el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, pero no así su firma, ya que apenas llegó a la ciudad de México cayó muy enfermo, no pudiendo asistir a la ceremonia de independencia que se llevó a cabo el 28 de septiembre de 1921. Moriría poco tiempo después en la ciudad de México. Enamorado de México, Juan O’Donojú está sepultado en la catedral de la ciudad de México. Quienes le acompañaban en su viaje a México, habían sido sus camaradas en los movimientos liberales españoles del primer tercio del siglo XIX. Muchos de ellos –destacados masones- se quedarían en México, conformando la masonería liberal filohispánica.

 

Su emblema
El emblema de la Logia presenta el triángulo dentro del círculo, símbolo alquímico del fuego, el sextante, y la estrella de nueve puntos, que representa los nueve frutos del espíritu recogidos en el Nuevo Testamento. Esos símbolos se pueden ver bordados en el mandil de masón de Jerónimo Bonaparte en 1810. La leyenda “Nunquam non paratus” era el lema de la familia O’Donojú, y significa “siempre preparados”. La daga y la corona hacen referencia a la GLCM, en el seno de la cual nace la Respetable Logia de Investigación Juan O’Donojú N. 5.

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