Pero la Masonería no es una religión, es una Escuela mutua filosófica, cuyos estudios tienden a glorificar al Autor del Universo, haciendo triunfar la verdad por medio del progreso y de la perfección del género humano. Nuestra misión es profesa y propagar los sentimientos de Paz y Fraternidad,; estudiamos, admiramos y veneramos la naturaleza y las causas primitivas de las cosas bajo el nombre de Gran Arquitecto del Universo. Estudiamos el corazón humano, nuestras exigencias, las de mundo social en su estado de evolución.
Ceremonia de Luvetones, Liturgia del REAA, 1980, México.
Es un sistema masónico compuesto por 33 grados, inspirado del sistema de altos grados de perfección Escoces, de mediados del siglo 18, desarrollado en Francia. Fue fundado en 1802, en el Supremo Consejo de la Jurisdicción de Charleston, impulsado por John Mitchel y FredericDalcho. De este primer Supremo Consejo, de forma progresiva se fueron sumando las jurisdicciones en el mundo, en Francia en 1804, en la Jurisdicción Norte de los Estados Unidos de Norteamérica en 1813 y en Inglaterra en Gales en 1845.
La estructura del REAA aunque se dice en 33 grados, los 3 primeros constituyen los grados de Aprendiz, Compañero y Maestro como todos los sistemas masónicos, y es llamada Masonería Simbólica, los cuales dependen de las Grandes Logias; solos 30 restantes, del 4 al 33 depende de los Supremos Consejos, uno por región geográfica.
En América latina los rituales reciben la influencia de la masonería escocesa, en su forma francesa y colombiana. Existen variaciones importantes de este rito en comparación con la práctica europea. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado se practica aproximadamente por el 90% de la masonería mexicana. Es un rito con profundas raíces sociales e históricas en los países latinos, y consolida sus prácticas ceremoniales e instrucción masónica a partir de conceptos directamente vinculados al humanismo y laicismo desarrollados a lo largo del siglo 19. Busca así alcanzar el pleno desarrollo de los seres humanos, siempre dispuestos a aprender de la duda filosófica.
Para entender la esencia del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, citaremos a Henry C. Clausen, en su libro Comentarios sobre la obra Moral y Dogma de Albert Pike:
“Nuestros grados representan el estudio y reflexión de muchos hombres durante muchos años, y a gran costo, la elección de cientos de volúmenes para representaciones e ilustraciones efectivas, y más trabajos que los hechos acumulados de una vida entera ocupada en adquirir eminencia o riquezas. Nuestros miembros, por tanto, reciben un regalo de grandísimo valor. Se ganan el conocimiento abarcador de nuestra herencia en historia, religión, moral, libertad y tolerancia, y la relación de ellos y su Creador, su país y su familia. Esto muy bien puede servir para comprender lo que es la identidad, la mente clara y la voluntad enérgica que mueve hacia obtener el triunfo personal en la vida.
Estamos a favor de los programas positivos, pero luchamos con valor moral y entusiasmo contra toda fuerza o poder que busque destruir la libertad, incluyendo el despotismo espiritual y la tiranía política.
Creemos y enseñamos que la soberanía de un estado reside en el control de la misma gente y no en algún dictador elegido a sí mismo o en un despótico totalitario. Nosotros, por lo tanto, abogamos por la completa separación de iglesia y estado, la libertad absoluta. La protección de religión, prensa y derecho de congregación, y la dignidad de cada individuo. Todo esto lo consideramos vital para las libertades esenciales e independencia de nuestro pueblo.
La nuestra ha sido, por eso, una fuerte voz de defensa de la dignidad humana, la justicia política, los valores morales y la responsabilidad cívica. Millones de hombres y mujeres han descubierto, mediante nuestras enseñanzas, una oportunidad para llevar una vida más meritoria.
El ejemplo de nuestras acciones han sido tan conmovedor e inspirador como el de nuestro compromiso colectivo por el verdadero progreso humano.
Debo mencionar algo, además sobre la membresía de nuestra Orden. Acogemos e iniciamos investigaciones de Maestros Masones de Logias regulares y reconocidas. De ese modo, nosotros crecemos y extendemos la luz. Nuestros oficiales y comités dedican largas horas a evaluar y decidir sobre aquellos que nosotros creemos deben progresar más allá del proceso de cernimiento y que tienen derecho a cruzar la entrada mística de la Masonería del Rito Escocés.
A todo aquel que busca entrar se le elogiá por su interés y visión. Se requieren, por supuesto, patronazgo y normas de carácter, moral y entrenamiento, pero cada candidato recibirá seria consideración. De este modo nosotros aseguramos conformidad con nuestras probadas normas y proceso de selección.
Hacemos que un miembro nuevo se sienta bienvenido e invitado a participar en nuestras actividades.
Y así, para terminar según empezamos cuando buscamos una definición: Para mí el REAA puede compararse con un árbol de brillantes joyas simbólicas, coronado con la resplandeciente Estrella de la Verdad que manifiesta el esplendor deslumbrante de la Doctrina Mística del Universo, y la gloria reflejada de la Deidad.
Por consiguiente, inspirados por nuestros logros del pasado y animados por nuestros esfuerzos del presente, nosotros nos adelantamos a proezas aún más monumentales en el gran mañana, hacia nuestro gran destino del Rito Escocés”.