Modelo multirritual

Desde un punto de vista doctrinal y ceremonial, existes dos modelos de trabajo masónico a nivel mundial que reflejan mucho de la forma en que visualizan sus objetivos y los mecanismos para lograrlo.

El primero es el modelo unirritual y este comprende a las grandes logias que funcionan basándose en la práctica de un solo rito en sus logias jurisdiccionadas. El segundo es el modelo multirritual, que comprende a las grandes logias que permiten a sus logias practicar el rito de su preferencia, sin menoscabo para la administración de la jurisdicción, bajo reglas establecidas en sus documentos normativos, con el objetivo de mantener la pureza doctrinal de cada rito y eviten los estragos de una posible hibridación.

Consideramos que ningún Rito es mejor que otro y firmemente creemos que cada uno brinda a sus practicantes una forma particular de entender la Masonería que en esencia es igual para todos. Es vital fortalecer el respeto entre ritos y acabar con siglos de tensión, en perjuicio del crecimiento y calidad masónica que nuestro país ha sufrido hasta ahora.

Durante varios años de coexistencia con logias practicantes de diferentes ritos, pero de causas comunes, se comprobó que masones de diferentes ritos pueden convivir y desarrollarse aprovechando todo el potencial doctrinario que su rito les ofrece, sin mezclar conceptos o hibridar su instrucción, pues cada grado, bien estudiado y bien practicado, provee la suficiente preparación para comprender la naturaleza de las diferencias de otros ritos y circunscribir las del propio. La hibridación es solo un producto de la mala instrucción, no de la cercanía entre ritos.

 

Ritos (Practicados en la GLCM)

Actualmente la GLCM tiene logias simbólicas jurisdiccionadas bajo cinco ritos:

• Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
• Rito York (también conocido en sus tres primeros grado como “Antiguo Gremio Masónico”).
• Rito Emulación.
• Rito Escocés Rectificado
• Rito Zinnendorf.

La Gran Logia de la Ciudad de México, otorga igualdad de derechos y obligaciones a los diversos Ritos Regulares que funcionen bajo su jurisdicción, y serán las mismas logias las que directamente, y en forma colegiada a través de Comités de Ritos específicos, observen la pureza del rito que practiquen.

Estos ritos solamente serán practicados en sus grados simbólicos, conforme a sus prácticas particulares, y dichos ritos serán considerados como regulares y reconocidos, si éstos son practicados en el seno de alguna Gran Logia que esté plenamente reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra, como la Gran Logia de España, la Gran Logia Nacional Francesa, la Gran Logia Alpina y el Gran Oriente de Brasil, entre otras obediencias regulares (todas ellas organizaciones multirrituales).

Las logias que practican un mismo rito integran un Comité de Rito, integrado por un representante de cada logia. Cada Comité ha diseñado su propio Lineamiento de Operación del rito específico, con el cual norman rituales de uso común, así como los criterios que delimitan sus usos y costumbres, parafernalia, ornamentación de su templo masónico y otros criterios que permitan la adecuada conducción de la vida ritualística de las logias que practiquen el mismo rito con armonía y disciplina.

Estos comités se integran a su vez en un Consejo de Ritos, dependiente de la Gran Logia, facultado para resolver los asuntos propios de la ortodoxia ritualística de la Jurisdicción, y con la capacidad de presentar propuestas a la asamblea de la Gran Logia, la que tendrá la autoridad final para resolver dichas propuestas.

Ni el Consejo de Ritos ni los Comités de Rito en sesiones propias de su autonomía, se consideran reuniones de Gran Asamblea y en ningún momento tratarán o acordarán asuntos relativos a los altos grados (o filosóficos) de sus ritos.

De acuerdo a su normatividad, la GLCM celebrará sus grandes asambleas con las formas y ceremonias bajo las prácticas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

La Gran Logia podrá autorizar Logias que trabajen en cualquier idioma, siempre y cuando existan los rituales en ese idioma y estos estén aprobados por el Comité de Rito correspondiente, en apego a las reglas descritas en su Lineamiento.

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